La mayoría de las personas que nos visitan
preguntan siempre ¿Y cómo hago para que esta dicha me dure?
Por ello les compartimos
hoy algunos tips para mantener ese estado de paz y bienestar que experimentas
cuando sales de un spa. Dos de ellos son de corto plazo y tres de largo alcance.
Evita
conducir ese mismo día. Los niveles de atención que requiere el
conducir por carretera pueden estar disminuidos puesto que todo el organismo
experimenta un estado de “bajas revoluciones” o se encuentra, como dicen hoy
día, en “modo descanso”. Conducir, te exigiría cierta tensión y estado de
alerta que se contrapone con el estado de relax total en que te encuentras.
Pídele a alguien que te recoja o contrata un servicio de transporte. Así
llegaras a casa totalmente relajado y tranquilo.
Evita el
consumo de licor. Como sabes, el alcohol es un depresor del
sistema nervioso. Así que no necesitas de este para “relajarte” pues ya has
experimentado altas dosis de aflojamiento muscular, calma y tranquilidad.
Además el organismo experimentaría el licor como un choque de impacto a su
estado de serenidad y además podría aumentarse el efecto del alcohol casi al
doble. Bueno, una copa de vino para cenar si estaría bien. Pero se trata de
evitar más de ahí.
Practica lo
aprendido. Los estados que has experimentado de “mente
en blanco” , “aquí y ahora”, “contacto profundo”, entre otros, pueden
aumentarse practicando algunos de los ejercicios efectuados o de las técnicas
sugeridas: respiración, meditación contemplativa, escucha ampliada, tiempo para
ti, entre otros. Mientras más los incorpores en tu día a día, más irás
adquiriendo el hábito y experimentando ese delicioso estado de bienestar
alcanzado en el fin de semana de spa.
Recuerda el
autocuidado. Nada más importante que hacer cosas por ti y
para ti. Recuerda que hacer las cosas que te hacen feliz es una excelente forma
de autocuidado pues aumentas la producción de endorfinas de forma natural y
ello tiene mucho que ver con el estado de bienestar que podemos experimentar cada
día. Cuidar tu alimentación y sobre todo el exceso de actividad laboral es
también otra forma de cuidarse a sí mismo, respetando y satisfaciendo las
necesidades básicas que todos tenemos.
Mueve tu
energía. recuerda, reorganizar nuestros espacios,
botar las cosas que no sirven, cambiar nuestras rutinas cotidianas y modificar
algunos hábitos son una manera de estar moviendo nuestra energía hacia el estar
bien. Son pequeñas pero saludables prácticas fáciles de realizar.
Practicando estas simples
pautas podrás mantener los saludables efectos de vivir una experiencia de spa,
donde mente, cuerpo y espíritu logran ese maravilloso estado de paz, bienestar
y equilibrio que nos devuelve a la vida llenos de energía.
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